La música nos acompaña desde que salimos del estudio esa mañana, ya calentaba sol y se respiraba el olor a verano. Cada momento del trayecto es parte del proceso creativo, todo ayuda a crear un ambiente perfecto para lo que queremos plasmar. La música no es solo ruido de fondo, es parte de la historia que estamos contando.
Paseamos por sus playas, entre las calles y los bares locales, buscando los rincones que hacen único a este pueblo pesquero. Nos tomamos un café mientras los madrugadores disfrutaban del sol leyendo el periódico y los marineros se preparaban para salir a pescar. Y esto es lo que encontramos: el mar en calma, viendo cómo todo seguía su curso, rodeados de inspiración y de la tranquilidad de un día de sol.